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Loma occidental del Castillo de Sagunto |
En
el año 219 antes de Cristo las dos potencias mundiales eran Cartago y Roma, que
se disputaban el dominio del mundo conocido: el Mar Mediterráneo y la tierra
que lo circunda. La
ciudad ibérica de Arse (la actual Sagunto), aliada de Roma, era uno de núcleos
más importantes de la región Edetana, a la cual también pertenecían los dos
poblados ibéricos del valle de Uixó, situados sobre la Muntanyeta de Sant Josep
y en la Punta de Orleyl.
“La
primera población de la Península Ibérica citada en la historia antigua de Roma
es Sagunto, con motivo de la guerra de los Escipiones contra Aníbal, ante la
que ningún historiador fue indiferente. El conflicto se ocasionó en el único
espacio geográfico que les quedaba a los cartagineses para acceder a Italia
después de haber perdido en el 241 aC el derecho a transitar por el estrecho de
Mesina, entre Sicilia y el sur de Italia” (Aranegui, 2004, pag.25)
En
la loma sudoccidental del cerro del actual Castillo de Sagunto, estaba situada
la ciudad ibérica de Arse desde el siglo V aC. En el territorio que dominaba
Arse-Saguntum se conocen 24 yacimientos ibéricos entre los que Arse destaca por
tu tamaño. La población ibérica de Arse podría tener una extensión aproximada
de unas ocho o diez hectáreas y estaría protegida por un doble recinto
defensivo, con una muralla interior perimetral. De este se conservan varios
metros de longitud. Forma un ángulo recto con una torre rectangular que permite
la vigilancia del paso, se compone de grandes bloques poligonales unidos sin
argamasa, y está fechada a mediados del siglo IV aC.
“Siendo
el yacimiento descrito geográfica y topográficamente compatible con la “ciudad
situada en la falda de una cordillera que extendiéndose hasta el mar une los
extremos de Iberia y de Celtiberia” (Polyb.,Hist.III,17) así como con la ciudad
amurallada asediada por Aníbal por tres puntos, con catapultas, torres móviles,
arietes y ballestas de alta tecnología, mientras los saguntinos lanzaban sus
faláricas (Liv.XXI,8-10) o lanzas ligeras prendidas con estopa y pez para
defenderse desde lo alto de las torres de la fortificación, según describe Tito
Livio (XXI,11-14)” (Aranegui,2004 pag. 39)
COMIENZO
DE LA SEGUNDA GUERRA PÚNICA (218-202 aC)
En
el año 241 aC, el general cartaginés Amílcar Barca firmó el tratado de paz con
Roma que puso fin a la Primera Guerra Púnica, donde Cartago perdió Sicilia y
posteriormente Cerdeña y Córcega. En el 237 aC Amílcar desembarcó en Gadir
(Cádiz) llegando a Hispania con su hijo Aníbal, nacido en el año 247 aC, y su
yerno Asdrúbal para conquistarla y asegurarse sus minas de plata con objeto de
preparar la siguiente guerra contra los romanos. Es muy famoso el episodio del
juramento que Amílcar hizo proclamar a su hijo Aníbal aún niño: “Odio eterno a
Roma”.
En
229 aC Amílcar murió combatiendo contra los íberos durante el sitio de Helike
(Elche) y le sucedió Asdrúbal, quien fundó la nueva capital de aquel imperio:
Qart Hadast (Cartagena). En 226 aC Asdrúbal firmó un tratado con Roma en el que
se comprometía a no cruzar el río Íbero (Ebro). En 221 aC Asdrúbal fue
asesinado por un guerrero íbero y el ejército eligió como nuevo líder a Aníbal
Barca, que tenía 26 años. Por su parte, Roma, temiendo la creciente presencia
de los cartagineses en Hispania, concluyó una alianza con la ciudad de
Sagunto, situada a una distancia considerable del Ebro por la parte sur, en el
territorio que los romanos habían reconocido como dentro de la zona de
influencia cartaginesa, y declaró a la ciudad como un protectorado. Este
movimiento político generó tensiones entre las dos potencias: mientras que los
romanos argumentaban que según el tratado firmado en el año 241 aC, los
cartagineses no podían atacar a un aliado de Roma, los púnicos se amparaban en
la cláusula del documento que reconocía la soberanía cartaginesa
sobre los territorios hispanos situados al sur del Ebro.
Aníbal
atacó Sagunto porque para él, como para la mayoría de sus compatriotas, la
Primera Guerra Púnica no había acabado. La estrategia de Amílcar y Asdrúbal era
plantarle cara a Roma en Hispania. Dueño del territorio y de sus recursos y con
un excelente ejército a su disposición, Amílcar pensaba que podría derrotar a
los romanos, como no pudo hacerlo en Sicilia porque le fallaron los
suministros. Cuando Aníbal tomó el mando se decidió por la rapidez, tratando de
asegurar la conquista del Levante hispano y por ello atacó Sagunto, que era una
ciudad pequeña pero formidablemente fortificada, aliada de Roma. Este ataque
era esencial para no dejar en la costa ningún enclave que sirviera de cabeza de
playa para una invasión romana.
Aníbal
atacó Sagunto esperando una reacción romana que no se materializó. Sagunto era
el cebo y los romanos, al no reaccionar le desmontaron la trampa. Por eso se
explica su prisa en alcanzar las Galias, arrollándolo todo a su paso y
perdiendo más tiempo y hombres en esa carrera que, de todas maneras, le llevó a
cruzar los Alpes en pleno invierno. En 219 aC comenzó el asedio de Sagunto, que
cayó en otoño tras ocho meses de lucha, probablemente en noviembre. Los
saguntinos, ya sin provisiones, solicitaron una rendición honorable, pero
Aníbal les exigió una rendición incondicional, según la cual podrían conservar
la ropa que llevaran puesta y habrían de fundar otra ciudad donde les dijeran
los cartagineses. Indignados ante estas condiciones tan duras, los saguntinos
optaron por una solución drástica y encendieron una gran hoguera en el centro
de la fortaleza arrojando todas sus riquezas; a continuación, las mujeres y los
niños se lanzaron al fuego y por último los hombres salieron a luchar contra
los cartagineses en un último combate suicida.
Estrabón
escribió: “Saliendo desde Sucron (Río Júcar) hacia las bocas del Ibero (Río
Ebro) se halla Sagunto, fundada por los Zacyntios (de la isla de Zacynto en
Grecia), a la cual ciudad habiendo destruido Aníbal, contra los pactos
convenidos con los Romanos, se encendió guerra entre éstos y los cartagineses”.
Las consecuencias para los habitantes de Sagunto las escribió Livio: “Fidem
socialem usque ad perniciem suam coluerunt” Tuvieron fe hasta su propia
ruina.
DESTRUCCIÓN
DE LOS POBLADOS DE LA VALL D’UIXÓ
Los dos poblados ibéricos del valle de Uixó están situados
sobre la Muntanyeta de Sant Josep y en la Punta de Orleyl. En la Muntanyeta de Sant Josep, justamente sobre las
Cuevas de Sant Josep, se ubica un poblado íbero amurallado originado en la Edad
de Bronce que alcanzó su esplendor cuando se construyeron las torres y
viviendas todavía conservadas. Con una cronología que va desde el siglo VI a.C.
al V d.C., fue abandonado en el siglo II a.C. y volvió a habitarse en los
siglos IV y V después de Cristo. Presenta un sistema defensivo formado por una
muralla reforzada con torres. Durante las recientes excavaciones arqueológicas
se ha constatado que hubo un gran incendio y una destrucción intencionada del
poblado en 219 aC, la misma época que Aníbal atacó Sagunto.
Respecto
al poblado ibérico de la Punta de Orleyl, encontramos que “después de la
Segunda Guerra Púnica (218-202 aC) el asentamiento pierde importancia, según
indica la escasez de niveles posteriores a estas fechas, si bien se mantiene en
vida hasta la primera mitad del siglo I aC.” (Oliver et al. 1984, cita en
García Fuertes et al,,1998, pag.26). “A nuestro parecer, es probable que esta
pugna por la posesión de la tierra, una vez acabada la Segunda Guerra Púnica
(218-202 aC), y especialmente después de que los romanos hubieron tomado
Saguntum a los cartagineses (212 aC), se resolvió en beneficio de los
saguntinos, que incorporaron a su territorio la zona de influencia de la Punta
de Orleyl. Eso provocó la desaparición de este poblado como centro neurálgico
de la comarca y su progresivo abandono a lo largo de la primera mitad del siglo
II aC.” (García Fuertes et al,,1998, pag.132)
“Su declive está relacionado con el fin de la Segunda Guerra Púnica. El
contexto geográfico del yacimiento lo vincula a la población de Sagunto, la
cual se encuentra tan sólo a 16 km en línea recta, por tanto, la población
asentada en la Punta sufriría directamente las consecuencias del asedio y
posterior toma de Sagunto por el general cartaginés Aníbal Barca”, (Oliver,
2013, pag.51)
Por
lo tanto, es lógico deducir que las mismas tropas de Aníbal que destruyeron
Sagunto, también aniquilaron los poblados ibéricos del valle de Uixó. El sitio
de Sagunto duró 8 largos meses en 219 aC, por lo que los cartagineses tuvieron
tiempo de sobra para asolar las tierras de alrededor de Sagunto en busca de
víveres o para evitar cualquier intento de ayuda a los sitiados. Ante un
posible intento de resistencia por parte de los poblados ibéricos, las tropas
mercenarias cartaginesas arrasarían cosechas y poblados, incendiando y destruyendo.
Hoy en día se le llama “daños colaterales”.
Roma
reaccionó ante lo que consideraba una flagrante violación del tratado y reclamó
justicia al gobierno cartaginés. A finales de mayo de 218 aC, el Senado
Romano envió una delegación diplomática a Cartago, pero el Senado Púnico,
debido a la gran popularidad de Aníbal y al riesgo de perder prestigio en
Hispania, rechazó las peticiones romanas y declaró la guerra a Roma, que el
general había soñado a finales de año. A principios de junio de 218 aC Aníbal y
su grandioso ejército de 38.000 infantes, 8.000 jinetes y 38 elefantes se
dirigieron al norte siguiendo la Vía Heráclea (después llamada Vía Augusta)
para atravesar los Pirineos y los Alpes con destino a Roma.
BIBLIOGRAFÍA
ARANEGUI GASCÓ Carmen (2004), Sagunto - Oppidum, emporio y municipio
romano, Edicions Bellaterra, Barcelona.
ESTRABÓN.
Geografía Libro Tercero.
GARCÍA
FUERTES José María, MORAÑO POBLADOR Isabel, MELIÀ GRANELL José Luis (1998) L’Arquitectura
del Poblat Ibèric de La Punta d’Orlell, La Vall d’Uixó, Castelló.
Monografíes d’Arqueología i Història, 1. Associació Arqueològica de La Vall
d’Uixó.
IGNACIO LAGO José (2003) César, Alejandro, Aníbal. Genios militares
de la Antigüedad, Almena Ediciones.
MARTINEZ
BELTRÁN Fernando. Atalaiant elefants des d’Orleyl. Associació
Arqueológica de La Vall d’Uixó.
OLIVER
FOIX, Arturo (2013), Un conjunt de ceràmica del jacimient de la Punta de la
Vall d’Uixó, Orleyl Número 10, Revista de l’Associació Arqueològica de la
Vall d’Uixó, La Vall d’Uixó.
Páginas de
Internet consultadas:
https://es.wikipedia.org/wiki/Sitio_de_Sagunto
http://castillodesagunto.blogspot.com/2013/11/la-destruccion-de-sagunto.html
https://ceice.gva.es/es/web/patrimonio-cultural-y-museos/museo-arqueologico-de-sagunto
https://centroarqueologicosaguntino.es/
https://www.comunitatvalenciana.com/es/valencia/sagunt-sagunto/museos/museo-historico-de-sagunto-muhsag
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