domingo, 29 de noviembre de 2020

3. LA CIUDAD IBÉRICA DE LA PUNTA DE ORLELL (LA VALL D'UIXÓ)

 

Cimientos de la acrópolis de la ciudad ibérica de la Punta de Orlell

La Ciudad Ibérica de la Punta de Orlell es actualmente el yacimiento arqueológico de una ciudad ibérica amurallada de grandes dimensiones. Por lo tanto, debió ser una población de importancia comparable a otros asentamientos ibéricos como Saiti (Xátiva), Arse (Sagunto) o Edeta (Líria), de la Edetania ibérica. El yacimiento está catalogado como Bien de Interés Cultural desde 1985. ​ Respecto al nombre de ORLELL, en documentos antiguos aparece el nombre escrito como ORLEYL y así se han divulgado multitud de artículos de diferentes autores. Pero la pronunciación correcta y normal es “orlell”, no “orleil”, por lo tanto, la ortografía correspondiente a la pronunciación es ORLELL (nota de Josep Font).

Cimientos de la acrópolis
La Ciudad Ibérica está situada sobre un cerro de 122 metros de altitud llamado La Punta d’Orlell, que es el final de una estribación montañosa situada en la zona que cierra el valle del río Belcaire por el sur, en el término municipal de La Vall d'Uixó, Castellón. Es un emplazamiento privilegiado ya que el cerro donde se sitúa la ciudad está aislado y domina ampliamente la costa mediterránea, gran parte de la comarca de La Plana, así como las montañas orientales de la Sierra de Espadán. La ciudad ibérica ocupa unas 4 hectáreas y se extiende sobre toda la montaña desde su superficie hasta la base, junto al cauce del río Belcaire. En la zona más elevada se localiza la acrópolis, en la que destacan los restos de varios edificios públicos de gran tamaño, construidos a base de grandes sillares de caliza perfectamente tallados y encajados. Formando un primer recinto se encontraban las calles y casas con paredes de diferentes materiales como arenisca y conglomerados; y con diversas técnicas constructivas, como la mampostería que se construyen siguiendo las curvas de nivel del terreno del lado norte. Entre los elementos defensivos destacan siete tramos del lienzo de la muralla de diferentes perímetros con muros de sillares de caliza con uno de sus lados lisos, que se fueron construyendo según aumentaba el número de pobladores. También se aprecian cuatro torres, algunas exentas y otras adosadas a las murallas. Cerca del yacimiento se encuentran dos necrópolis, donde se han encontrado muchos restos de cerámica de importación y textos con epigrafía ibérica en plomo y piedra, siendo una de las más numerosas de la Comunidad Valenciana.

Lienzos de murallas ciclópeas

Cronológicamente pueden distinguirse diferentes etapas de asentamiento y diversos tamaños de núcleos poblacionales. La primera etapa (ORLELL I) tiene un origen anterior a la época ibérica y está datada entre los siglos IX-VIII a.C., perteneciente al final de la Edad de Bronce. A finales del siglo VIII a.C. se produce el abandono del poblado. En el siglo VI a.C. se inicia una segunda fase (ORLELL II) ya en el periodo Ibérico Antiguo, seguida de una tercera fase (ORLELL III) en el Ibérico Pleno durante los siglos V-IV a.C., momento en el que alcanza su máximo esplendor con gran expansión urbanística que culmina con la construcción de las murallas y la remodelación final de la ciudadela. Finalmente, en el periodo Ibérico Tardío con la inestabilidad de mediados del siglo III a.C. se abandona el poblado, recuperándose luego, pero sin llegar a ser lo que era en su momento de esplendor, a pesar de elevar grandes edificios públicos, datados entre los siglos II a I a.C. Durante el periodo de la Segunda Guerra Púnica pudo ser atacada y destruida por las tropas cartaginesas de Aníbal Barca, que en el año 219 a.C. conquistaron Sagunto.

La Crátera de Orlell

Se tenía conocimiento de la existencia del yacimiento, pero los restos pasaron desapercibidos hasta 1962 con el hallazgo de la primera necrópolis. En 1975 se iniciaron las primeras excavaciones dirigidas por Francesc Gusi, dando unas dataciones del siglo V-IV a.C. con dos sepulturas in situ. En la sepultura II se encontraron los restos de la incineración en el interior de una antigua vasija griega del siglo IV antes de Cristo conocida como La Crátera d’Orlell, de figuras rojas que representa una escena de grifomaquia, tapada por una copa y una pátera de barniz negro, acompañados de 3 láminas de plomo inscritas en lengua ibérica, cinco pesas y un plato de balanza, que han llevado a plantear que la tumba pertenecía a un comerciante. Actualmente estos hallazgos están expuestos en el Museo Arqueológico de Borriana. ​

Cuchillo afalcatado

En 1992 se retomó su análisis, esta vez bajo la dirección de Isabel Moraño Poblador y José María García Fuertes, con la mediación del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Valencia y la conformidad del S.I.A.P. A finales de los años 90 se descubrió una segunda necrópolis durante los trabajos realizados para la instalación de una canalización en el Camí La Punta. En el año 2003 se llevó a cabo una intervención arqueológica cuyo resultado aportó un total de 10 sepulturas identificadas, con ajuares de cerámica y objetos metálicos tales como un cuchillo afalcatado y dos escudos. Un conjunto funerario que proporciona una datación del siglo IV-III a.C. Veamos a continuación algunas citas de los artículos publicados por diferentes autores con las principales conclusiones resumidas de las excavaciones.

Lámina de plomo con inscripciones ibéricas

“El yacimiento fue conocido por uno de nosotros (Norberto Mesado) en el año 1962 gracias a la información que nos facilitó don Cristóbal Mesado Franch, el cual poseía fincas rústicas en las cercanías del yacimiento, partida de la Punta, Vall d'Uixó. Tras ser visitado desde entonces con cierta asiduidad en un principio, el Museo de Burriana expone materiales del Bronce Valenciano recogidos en la cota alta del poblado, y cerámicas griegas de figuras rojas e ibéricas zoomorfas, constituyendo un hallazgo relevante las cuatro láminas de plomo con inscripción ibérica. Arquitectónicamente destacan en el poblado varios lienzos de muralla y los restos, en la cima del cerro, de una probable torre de excelente cantería”. (Lázaro et alii,1981, p.6)

Restos arqueológicos depositados en el Museo Arqueológico de Burriana
EXCAVACIONES EN LA NECRÓPOLIS
“Dada la importancia de los materiales ingresados en Burriana, el Departamento de Investigación Histórica de dicho Museo y el Servicio de Investigación Prehistórica de la Excelentísima Diputación de Valencia deciden prospectar el yacimiento. Con suma amabilidad, su propietario, el conocido jurista e historiador don Arcadi García Sanz, hijo del también historiador don Honorio García García, el día 25 de septiembre de 1974 nos concedía por escrito el correspondiente permiso para realizar las prospecciones necesarias, y el día 28 del mismo mes se pedía a la Dirección General de Bellas Artes la autorización pertinente. La Comisaría General de Excavaciones concedía el 1 de abril de 1975 el solicitado permiso de excavación, poniéndolo bajo la dirección de don Francisco Gusi Gener y uno de nosotros (Mesado). El primero, conocedor de los yacimientos de Orlell por mediación nuestra, desestimando la doble dirección señalada por la Dirección General llevaría a cabo en el mes de junio de 1975 la excavación de la necrópolis, cuyos resultados serían dados a conocer en una nota publicada en los “Cuadernos de Arqueología Castellonense”, de los cuales es su director y en el XV C.N.A. de Lugo”. (Lázaro et alii,1981, p.11-12)

Cimientos de la acrópolis de Orlell

ORLELL I
“Según los trabajos realizados por el S.I.A.P., su desarrollo se inicia con una primera ocupación correspondiente al Bronce Final, datada entre el siglo IX-VIII a.C., tras la cual, coincidiendo con el Ibérico Antiguo, se producirá un lapsus en el hábitat. Como ya anotamos, la primera ocupación de este cerro corresponde a un momento del Bronce Tardío-Final. Los paralelos de las cerámicas que conforman esta fase, que llamaremos Orlell I los encontramos en yacimientos de la Edad del Bronce del mismo término municipal de la Vall d’Uixó. La fase Orlell I debería datarse dentro del siglo IX-VIII a. C., de acuerdo con los datos expuestos por Gusi y Oliver (1987), quedando referida a un momento del Bronce Final Pleno”. (García,1997, p.22-24)

Cimientos de la acrópolis de Orlell
ORLELL II
“El siguiente período, que subdividiremos en dos fases: Orlell II y Orlell III, corresponde a los primeros momentos de ocupación dentro de la Edad del Hierro”. (García,1997, p.24)
“Podemos situar la fase Orlell II entre el 625/600 y el 575/550 a.C”. (García,1997, p.26)
“La constatación de las cerámicas protoibéricas nos conduce a la identificación de un Horizonte Protoibérico (Orlell II), que matizaría el desarrollo de las actividades comerciales de la segunda mitad del siglo VII y primera del siglo VI a.C. y, también, el desarrollo formativo de la cultura ibérica en la Plana Baixa”. (García,1997, p.28)

Cimientos de la acrópolis de Orlell

ORLELL III
“La fase Orlell III debió iniciarse a mediados del siglo VI a.C., coincidiendo con la edificación de las dependencias excavadas en la acrópolis, perdurando a lo largo del Ibérico Antiguo hasta su abandono, marcado por la construcción de una gran torre durante la segunda mitad del siglo V a.C., posiblemente, el último cuarto de esta centuria”. (García,1997, p.28)

“Con posterioridad se establece un nuevo poblado en torno al final del Ibérico Antiguo y comienzos del Ibérico Pleno, hacia mediados del siglo V a.C., empezando una segunda fase en la trayectoria del mismo, centrada en el Ibérico Pleno, en el que alcanza su mayor extensión”. (García,1997, p.22)

Paredes de aterrazamientos

“El Ibérico Tardío marcará una nueva etapa del poblado con un planteamiento urbanístico basado en calles longitudinales que siguen el trazado de las curvas de nivel mediante aterrazamientos, quedando configurada la acrópolis como una zona pública donde se levantan dos edificios de planta rectangular, fechados entre el siglo II y I a.C. Según indican los niveles pertenecientes a esta última etapa, el asentamiento parece reducir su extensión, aunque perdura su vida hasta la primera mitad del siglo I a.C.”. (García,1997, p.22)

Torre de vigilancia adelantada T-4

LOS TRABAJOS ARQUEOLÓGICOS EN LA PUNTA DE ORLELL

“Las primeras excavaciones se realizan en la necrópolis a cargo del SIAP de Castelló en 1975 bajo la dirección de Francisco Gusi. La misma entidad las reemprende entre 1982 y 1985. Estos primeros trabajos muestran un poblado ibérico que comienza a caminar durante el Bronce Final, siglo IX y VIII aC, fase prehistórica, a la cual sigue un abandono que se prolonga durante el Bronce Final-Hierro y el Ibérico Antiguo, momento que se documenta en la necrópolis; después vuelve a ser ocupado a mediados del siglo V aC. A partir de este primer asentamiento ibérico se produce una progresiva ampliación del hábitat que abarca la máxima extensión durante el Ibérico Pleno. Después de la Segunda Guerra Púnica (218-202 aC) el asentamiento pierde importancia, según indica la escasez de niveles posteriores a estas fechas, si bien se mantiene con vida hasta la primera mitad del siglo I aC”. (Garcia et allí, 1998, p.26)

Torre de vigilancia adelantada T-4

“El estudio de este yacimiento se retomó a finales de los años 80 por Isabel Moraño y José M. García, los cuales plantearon un proyecto de investigaciones del cual, hasta ahora, se han realizado dos fases: por una parte, en 1992, una campaña encaminada a la extracción de la planta del poblado y por otra, la revisión de la documentación y de los materiales arqueológicos procedentes de antiguas excavaciones”. (Garcia et allí, 1998, p.28)

Cimientos de la acrópolis - Edificio A

“La revisión de las excavaciones antiguas nos ha permitido enmarcar el primer abandono del poblado en época pre-ibérica, Hierro I (siglo VII aC), y plantear la existencia de una ocupación en la cima que corresponde a una fase protoibérica de la primera mitad del siglo VI aC, continuada por otra fase, Ibérico Antiguo, a mediados del siglo VI. Finalmente, hay que decir que, según nuestro parecer, el abandono definitivo se debió situar hacia mitad del siglo II aC., dado que no conocemos materiales que superen el 150 aC”. (Garcia et allí, 1998, p.28)

Cimientos de la acrópolis - Edificio A

DEPARTAMENTOS DEL ÁREA DE LA ACRÓPOLIS - EDIFICIO A

“Hay varias cuestiones que nos llevan a centrar el edificio en el Ibérico Tardío (350-212 aC), hacia finales del siglo IV o principios del III aC. Conviene recordar que el estudio de los materiales arqueológicos encontrados en el yacimiento muestra la falta de producciones cerámicas posteriores al 150 aC, por lo que situamos el declive del poblado después de la Segunda Guerra Púnica (218-202 aC). Concluimos que el momento de la construcción del Edificio A se sitúa entre finales del siglo IV y principios del siglo III aC., posiblemente en el último cuarto del siglo IV aC”. (Garcia et allí, 1998, p.72)

Cimientos de la acrópolis - Edificio A

ARQUITECTURA Y URBANISMO DE LA PUNTA DE ORLELL

“Consideramos que la evolución de este centro urbano comenzó durante el periodo protoibérico, en la primera mitad del siglo VI aC., después de una fase previa del Bronce Final Pleno, datada dentro de los siglos IX – VIII, y un periodo de abandono en época preibérica, siglo VII aC. A principios del Ibérico Antiguo (550-450 aC), hacia mediados del siglo VI aC, se constata la primera ocupación propiamente ibérica”. (Garcia et allí, 1998, p.129)

Cimientos de la acrópolis de Orlell

“Durante el Ibérico Pleno (450-350 aC) habría continuado la progresiva ampliación del hábitat a lo largo de las vertientes hasta ocupar gran parte del lado noroeste. Dentro de esta fase se llevará a término una remodelación arquitectónica en el sector de la acrópolis, que datamos dentro de la segunda mitad del siglo V aC. Consiste en la erección de una gran torre enmarcada en un recinto amurallado. A mediados del siglo V aC. La Punta es, con toda seguridad, un oppidum, es decir, un extenso poblado fortificado del cual depende un territorio, que domina la Plana Baixa, las rutas del Palancia y, por lo tanto, los accesos a Arse (Sagunto) y la Edetania desde el área ilercavona”. (Garcia et allí, 1998, p.130)

Vista del valle de Uixó desde Orlell

“En el Ibérico Tardío (350-212 aC), a finales del siglo IV aC, siguiendo con la pujanza del oppidum, se pondrá en práctica un nuevo proyecto urbanístico en la zona de la acrópolis, la cual sufrirá una segunda remodelación encaminada a la creación de un espacio abierto, delimitado por una terraza o muralla, con una construcción que la divide en dos y que, en su entorno, cierra el sector norte presidido por un edificio de poder o palacio - Edificio A”. (Garcia et allí, 1988, p.131)

Cerro de la Punta de Orlell (122 m)

“A nuestro parecer, es probable que esta pugna por la posesión de la tierra, una vez acabada la Segunda Guerra Púnica (218-202 aC), y especialmente después de que los romanos hubieron tomado Saguntum a los cartagineses (212 aC), se resolvió en beneficio de los saguntinos, que incorporaron a su territorio la zona de influencia de la Punta de Orlell. Eso provocó la desaparición de este poblado como centro neurálgico de la comarca y su progresivo abandono a lo largo de la primera mitad del siglo II aC.” (Garcia et allí, 1988, p.132)

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Páginas de Internet consultadas:

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