domingo, 28 de julio de 2024

62. YACIMIENTO IBÉRICO EL TORRELLÓ DE ALMASSORA

  


El poblado ibérico del Torrelló del Boverot de Almassora es una colina artificial de 2.200 m2 de extensión, que en algunos puntos alcanza los 5 m de potencia sedimentaria, como consecuencia de las diferentes ocupaciones humanas a lo largo de la historia.


El poblado del Torrelló del Boverot se ubica en la terraza superior del Río Mijares, a 14 Km su desembocadura en el Mediterráneo, al final del término municipal de Almassora por el oeste. Está catalogado como Bien de Interés Cultural desde 1997.


Las primeras excavaciones arqueológicas se realizaron en el año 1989, continuando de forma intermitente hasta la actualidad, desarrollándose en el yacimiento diferentes proyectos de investigación y consolidación.


Se ha excavado durante varios veranos, dándonos a conocer un pueblo con estructuras de habitación, casas con hogares para cocinar y calentarse, restos de comida, huesos, semillas, utensilios y armas.


Las intervenciones patrimoniales han dejado a la vista restos de estructuras de habitación y de lienzos de murallas para la defensa del poblado, recuperándose un amplio conjunto de materiales arqueológicos, buena parte expuestos en el Museu del Torrelló, ubicado en el casco antiguo de Almassora.


Las primeras evidencias documentadas en el Torrelló del Boverot corresponden con viviendas de planta ovalada confeccionada con piedras irregulares medianas, entrelazadas mediante barro, dándole bastante consistencia.


Sobre su basamento se colocarían ladrillos de barro cocido al sol, levantando así las paredes. Sobre ellas se sustentarían las vigas de madera que a su vez aguantarían la techumbre formada por cañas y ramaje con algo de barro para impermeabilizarla.

La fase más antigua de ocupación se sitúa en torno a mediados del siglo VIII aC en lo que se conoce como Bronce Final, caracterizado sobre todo por la cerámica realizada a mano con tonalidades oscuras y poca decoración.


Las ocupaciones se sucedieron hasta aproximadamente el año 150 aC, momento en el que se documenta un abandono repentino, provocado por movimientos convulsos relacionados con tensiones bélicas debido a la romanización.

 

La función defensiva del Torrelló del Boverot queda relacionada con su ubicación junto al Río Mijares, que en época clásica aparece citado en las fuentes como Río Udiva, via de paso desde el Mar Mediterráneo al interior de la provincia de Castellón y al área turolense.


En este punto quedó establecida la frontera entre las tribus ibéricas de los edetanos, ubicados en el margen derecho del río y los ilercavones. Los lienzos que pueden observarse desde este lado del poblado pertenecen a la época ibérica y protegían a la población local de invasores en su flanco más accesible.


El único acceso al poblado es por la cara norte, donde se encuentra una gran muralla de unos 60 m lineales que parece envolver todo el asentamiento. Esta muralla se levantó en tres momentos cronológicos, ya que se observan tres técnicas constructivas muy diferentes, unas sobre otras.


La muralla presenta diferentes fábricas constructivas en función del momento de su construcción o reparación. En los momentos iniciales es ataludada, confeccionada con un paramento pequeño e irregular de piedras que conforma una circunferencia alrededor de la zona habitada.


Su base está sustentada, en parte, por unos bloques ciclópeos que soportan gran parte de toda su estructura. Ya en el siglo III aC es objeto de reparaciones, utilizando piedras de mayor tamaño, trabajadas en su cara exterior una vez colocadas.


El Museo de Almassora es arqueológico y monográfico. La inmensa mayoría de piezas proceden del yacimiento del Torrelló del Boverot, mientras que otras proceden del yacimiento subacuático de la Playa de Benafelí.


Cuenta con una recepción de visitantes, dos grandes salas expositivas y una sala donde se muestran piezas de la reserva y réplicas arqueológicas, que pueden ser tocadas y observadas desde una óptica más funcional.


En este museo se quiere plasmar el resultado de las excavaciones arqueológicas y de toda la investigación científica realizada durante años por los estudiosos especialistas de órbita universitaria, lo que nos permite situar el Torrelló del Boverot de Almassora como un referente en el estudio de la época ibérica.


La primera planta cuenta con una disposición de 6 grandes vitrinas repartidas por la sala, una espina central con réplicas de los habitáculos del Torrelló del Boverot, con sus piezas arqueológicas y una recreación a escala de parte de la necrópolis.


La sala 2 está situada en la segunda planta del edificio y presenta otro sistema expositivo, con el objetivo de potenciar el discurso partiendo de la base de mostrar el mejor material museográfico en vitrinas individuales.


 

BIBLIOGRAFÍA

Paneles informativos del yacimiento. Museo Municipal de Almassora / Ayuntamiento de Almassora/Generalitat Valenciana

Díptico informativo. Museo Municipal de Almassora / Ayuntamiento de Almassora / Diputación de Castellón.


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