El poblado ibérico del Torrelló del Boverot de Almassora es una colina artificial de 2.200 m2 de extensión,
que en algunos puntos alcanza los 5 m de potencia sedimentaria, como
consecuencia de las diferentes ocupaciones humanas a lo largo de la historia.
El poblado del Torrelló del Boverot se ubica en la terraza superior del Río Mijares, a 14 Km su desembocadura en el Mediterráneo, al final del término municipal de Almassora por el oeste. Está catalogado como Bien de Interés Cultural desde 1997.
Las primeras excavaciones arqueológicas se realizaron en el
año 1989, continuando de forma intermitente hasta la actualidad,
desarrollándose en el yacimiento diferentes proyectos de investigación y
consolidación.
Se ha excavado durante varios veranos, dándonos a conocer un
pueblo con estructuras de habitación, casas con hogares para cocinar y
calentarse, restos de comida, huesos, semillas, utensilios y armas.
Las intervenciones patrimoniales han dejado a la vista
restos de estructuras de habitación y de lienzos de murallas para la defensa
del poblado, recuperándose un amplio conjunto de materiales arqueológicos,
buena parte expuestos en el Museu del
Torrelló, ubicado en el casco antiguo de Almassora.
Las primeras evidencias documentadas en el Torrelló del Boverot corresponden con viviendas de planta ovalada confeccionada
con piedras irregulares medianas, entrelazadas mediante barro, dándole bastante
consistencia.
Sobre su basamento se colocarían ladrillos de barro cocido
al sol, levantando así las paredes. Sobre ellas se sustentarían las vigas de
madera que a su vez aguantarían la techumbre formada por cañas y ramaje con
algo de barro para impermeabilizarla.
La fase más antigua de ocupación se sitúa en torno a
mediados del siglo VIII aC en lo que se conoce como Bronce Final, caracterizado
sobre todo por la cerámica realizada a mano con tonalidades oscuras y poca decoración.
Las ocupaciones se sucedieron hasta aproximadamente el año
150 aC, momento en el que se documenta un abandono repentino, provocado por
movimientos convulsos relacionados con tensiones bélicas debido a la
romanización.
La función defensiva del Torrelló del Boverot queda relacionada con su ubicación junto al Río
Mijares, que en época clásica
aparece citado en las fuentes como Río
Udiva, via de paso desde el Mar Mediterráneo al interior de la provincia de
Castellón y al área turolense.
En este punto quedó establecida la frontera entre las tribus
ibéricas de los edetanos, ubicados
en el margen derecho del río y los ilercavones.
Los lienzos que pueden observarse desde este lado del poblado pertenecen a la
época ibérica y protegían a la población local de invasores en su flanco más
accesible.
El único acceso al poblado es por la cara norte, donde se
encuentra una gran muralla de unos 60 m lineales que parece envolver todo el
asentamiento. Esta muralla se levantó en tres momentos cronológicos, ya que se
observan tres técnicas constructivas muy diferentes, unas sobre otras.
La muralla presenta diferentes fábricas constructivas en
función del momento de su construcción o reparación. En los momentos iniciales
es ataludada, confeccionada con un paramento pequeño e irregular de piedras que
conforma una circunferencia alrededor de la zona habitada.
Su base está sustentada, en parte, por unos bloques ciclópeos
que soportan gran parte de toda su estructura. Ya en el siglo III aC es objeto
de reparaciones, utilizando piedras de mayor tamaño, trabajadas en su cara
exterior una vez colocadas.
El Museo de Almassora
es arqueológico y monográfico. La inmensa mayoría de piezas proceden del
yacimiento del Torrelló del Boverot,
mientras que otras proceden del yacimiento subacuático de la Playa de Benafelí.
Cuenta con una recepción de visitantes, dos grandes salas
expositivas y una sala donde se muestran piezas de la reserva y réplicas
arqueológicas, que pueden ser tocadas y observadas desde una óptica más
funcional.
En este museo se quiere plasmar el resultado de las
excavaciones arqueológicas y de toda la investigación científica realizada
durante años por los estudiosos especialistas de órbita universitaria, lo que
nos permite situar el Torrelló del
Boverot de Almassora como un referente en el estudio de la época ibérica.
La primera planta cuenta con una disposición de 6 grandes
vitrinas repartidas por la sala, una espina central con réplicas de los habitáculos
del Torrelló del Boverot, con sus
piezas arqueológicas y una recreación a escala de parte de la necrópolis.
La sala 2 está situada en la segunda planta del edificio y
presenta otro sistema expositivo, con el objetivo de potenciar el discurso
partiendo de la base de mostrar el mejor material museográfico en vitrinas
individuales.
Bibliografía:
Paneles informativos del yacimiento. Museo Municipal de Almassora
/ Ayuntamiento de Almassora/Generalitat Valenciana
Díptico informativo. Museo Municipal de Almassora /
Ayuntamiento de Almassora / Diputación de Castellón.