martes, 16 de mayo de 2023

31. LA TORRE DE LA TORRASSA (LA VALL D’UIXÓ)

La Torre de la Torrassa

La Torre de la Torrassa es una torre de uso defensivo y de vigilancia de origen musulmán del siglo XII. Está catalogada como Bien de Interés Cultural con fecha 21 de julio de 2008. La Torre da nombre a la Partida de la Torrassa y al cerro llamado El Colmo de la Torrassa (242 m), donde se encuentra un yacimiento de la Edad del Hierro y también un sistema defensivo de la Línea XYZ republicana de la Guerra Civil, compuesto de un observatorio, tres nidos de ametralladoras y trincheras que hacen de esta montaña una fortaleza.


La Partida de la Torrassa está situada al este de La Vall d’Uixó, en dirección a La Vilavella y Nules. La Torre está ubicada en la ladera sur del Colmo de la Torrassa, a unos 90 m de altitud, en una situación estratégica sobre el cruce de caminos, que en la actualidad se ha convertido en la rotonda de la carretera de Vall d'Uixó hacia La Vilavella/Nules y la autovía A7. Se puede acceder a la Torre desde la rotonda de la carretera de Algar, saliendo hacia la antigua pista de karts, tomando el camino a la derecha paralelo a la carretera hacia el este y, un poco antes de llegar a la altura de la rotonda de la autovía, a la izquierda hay un camino entre bancales de naranjos que lleva directamente a la Torre. Siguiendo las marcas del sendero SL-14 se puede subir al Colmo de la Torrassa.

“La Torrassa es una partida y nombre de una antigua torre defensiva o vigía al Este del término. Es un topónimo románico derivado del latín TURREM (‘torre’) con sufijo –ACEA, referido a lo dilatado de su forma original, con valor aumentativo, es decir, la gran torre, la torre ancha. Da nombre a toda la partida colindante, donde existen, algunos ya bien estudiados, vestigios prerromanos, romanos y medievales. Puede tratarse del entorno correspondiente a una de las alquerías llamadas en bloque Les Alquerioles en el siglo XV, situadas ya más allá de Benigasló. Tenía sin duda un papel defensivo y estratégico, reforzado por el gran aljibe anejo capaz de suministrar agua suficiente a la guarnición. Quedan en pie dos de sus muros, cuya cota parece llegar a lo que fuera primer nivel de la edificación, presentando la amplia pared N una hilera de nichos de función constructiva o defensiva. La cronología apunta a una edificación bastida entre los siglos XII y XIII. (Peñarroja 2013 p.317 y 377)

“Estructuralmente el conjunto de la Torrassa consta de dos bloques bien diferenciados, conectados entre sí por un conducto subterráneo. La parte más importante la constituye una estructura turriforme, conservada en pie sólo parcialmente: muros W y N, estando el resto prácticamente arrasados. La técnica constructiva empleada es el tapial, con bloques de mayor tamaño en la base, que poco a poco pasa a tierra apisonada y grava, con un espesor de unos 70 cm. El muro W alcanza unos 5 m repartidos en cuatro alturas de encofrado, mientras el N supera levemente los 4,5 m. La planta de la Torre es rectangular, ligeramente trapezoidal, ocupando una superficie de 31,6 m2, de los que 17,5 son habitables. La segunda estructura es el aljibe, adosado a la pared N de la Torre. La técnica constructiva es de mampostería trabada con fuerte mortero. El aljibe está semienterrado en el suelo y tiene planta rectangular de 9,40 m por 5,10 m con una superficie interna de 27 m2 orientada en dirección E-W. La entrada de aguas está a poniente, a favor de la pendiente, mientras que a levante se abría la abertura de acceso, con dos escalones. Justo en el lado opuesto, bajo la apertura del colector, unas losas protegen en suelo enlucido con argamasa. El techo estuvo cubierto por una bóveda de cañón, hoy destruida en parte. En el lado sur, uniendo la Torre con el Aljibe, está la tercera estructura. Se trata de una galería que conecta un pozo, un simple agujero en medio de la Torre, con un arco aplanado abierto en el aljibe. La estructura, muy precaria, cuenta con un pequeño muro acodado en protección, pero en todo caso, su simplicidad se refleja en la galería excavada en tierra, sin ningún tipo de refuerzo”. (Poles y Rovira 1991)

HISTORIA
“El material arqueológico estaba constituido por fragmentos de cerámicas barnizadas en verde claro y miel, con barniz de plomo, mezclados con bloques de tapial enlucido por ambas caras y con decoraciones incisas. La mayor parte de la cerámica hallada se integraría en el grupo de las cerámicas de cocción o cocina, con la existencia de recipientes para el almacenamiento, conservación y transporte de bienes y alimentos. De todo ello podemos concluir que, atendiendo a las formas identificadas, la ocupación de la Torre se remonta en sus inicios al siglo XII, encontrando indicios claros de su ocupación en los siglos XIV y XV, aunque existen suficientes evidencias para establecer que se sucedieron ocupaciones esporádicas hasta prácticamente nuestros días. La Torrassa pertenece a un tipo de construcción que responde a una necesidad defensiva en una época en que la conquista cristiana empezaba a suponer un peligro para los habitantes musulmanes y forma parte de una red más amplias de estructuras defensivas que incluían castillos, murallas y torres. El nombre de la Torrassa como tal, no aparece en ningún texto histórico. No obstante, pese a que la excavación arqueológica no ha clarificado del todo la cronología, podemos llegar a la conclusión de que se trata de uno de los núcleos de población o aldeas no localizadas claramente, pero enumeradas desde la época de la Reconquista. Así pues, podemos sugerir que la citada Torre de la Torrassa es uno de los llamados lugarcitos por Honori García: Care, Benalmadech o Haraturle serán seguramente las ruinas que se ven por el término, sin que podamos precisar cuáles sean de cada uno de los lugarcitos” (Poles y Rovira 1991)

LOS GRAFITIS DE FEDERO EN LA TORRASSA
“La primera noticia sobre la presencia de este signo en nuestro término fue publicada por Isabel Moraño y José María García en el año 1990 y describía 12 grabados de este tipo descubiertos en La Torrassa, nueve en la cara interna del muro Oeste de la torre y tres dentro del aljibe anexo. Nueve de los grafitos se ha hecho rascando el mortero con un objeto punzante y tres de ellos con otra herramienta más roma. Es curioso que de los nueve signos del muro oeste, los seis hechos con una punta fina parecen formar una composición, ya que están aproximadamente a las misma altura y equidistantes, separados por cinco agujeros en la pared y los tres signos grabados con un objeto de punta más gruesa están más arriba o más debajo de la línea que forman los anteriores y además, están peor hechos y uno de ellos inacabado, como si los hubiera hecho alguien imitando los anteriores”. (Cardona 2004, pag. 50)

“Los Grafitis de Federo son una marca o inscripción en forma de “A” con una crucecita en su vértice atribuida a un pastor llamado Federo que vivió en una época un tanto incierta que parece remontarse a dos o tres siglos atrás, y que fue grabando este símbolo en múltiples construcciones antiguas de nuestra provincia y algunas comarcas de la de Teruel. Según lo observado, parece ser que dichos grabados están relacionados con el paso de los azagadores, al encontrarse siempre presentes en la proximidad de estos pasos. El segundo azagador del término, de carácter local, era el del Cordel de las Cabras que, enlazando con la Cañada Real en el Carbonaire, rodeaba por el Este la población y se dirigía hacia el término de Moncofa por el Camino Assagador Travessa, por donde el ganado transcurría hasta los pastizales del río Belcaire”. (Fuertes 2004 pag. 99 y 158)

LA PILASTRA DEL RANDERO
“Se nos presenta la gran incógnita con respecto a la posibilidad de que la Acequia Madre o de San José, en épocas remotas de plena dominación musulmana, continuara hacia la zona oriental del valle en dirección a cualquiera de las pequeña alquerías diseminadas alrededor de la cercana Torre medieval de la Torrassa, por cuyo perímetro tal vez se pudo formar algún minúsculo núcleo poblacional. Esta pregunta nos surge ante la existencia del machón o pilastra ubicado en pleno cauce del Barranco del Randero y que posee unas singulares características constructivas: levantado con cantos rodados de mediano y pequeño tamaño procedentes del mismo lecho rocoso, y trabados mediante la alternancia de hiladas de piedras ligadas con capas horizontales de mortero, no llegando a penetrar el cemento en los intersticios verticales de los cantos. Hay que pensar que nos hallamos ante los restos de un antiguo acueducto que tal vez no llegó a concluirse y que conduciría el agua sobrante del valle hacia alguna propiedad”. (Fuertes 2004 pag. 94-95)

Bibliografía
CARDONA, Héctor (2004), El Grafit de Federo a La Plana Baixa, Aigualit Revista del Centre d'Estudis Vallers Numero 9. Ajuntament de La Vall d'Uixó.
FUERTES, Juan (2004), El Término Municipal de Vall de Uxó – El patrimonio rural no catalogado, Associació Arqueològica de La Vall d’Uixó.
GARCÍA, Honorio (1962), Notas para la Historia de Vall de Uxó, Excmo. Ayuntamiento e Instituto Laboral de Vall de Uxó.
PEÑARROJA, Leopoldo (2013), Historia de Vall d'Uxó, Diputació de Castelló.
POLES, Adela y ROVIRA, María Luisa (1991), La Torre Medieval de la Torrassa – La Vall d’Uixó, Castelló, BAAC Llansol de Romaní Números 9-11. Disponible en: file:///C:/Users/PC/Downloads/Torre%20Torrassa%20(1).pdf

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