martes, 16 de mayo de 2023

42. LOS CORRALES ANTIGUOS DEL TÉRMINO MUNICIPAL DE LA VALL D’UIXÓ

El Corral Blanch

 Un corral es un pequeño recinto cerrado, generalmente descubierto, situado junto a las casas rurales, tradicionalmente destinado a guardar el ganado doméstico.​ Los más utilizados son los corrales de pastoreo como los rediles de ovejas, o bien de vacas o caballos. Históricamente han sido muy comunes en el medio rural. Arquitectónicamente hablando un corral también es un tipo de aprisco ganadero que se caracteriza por presentar planta rectangular y dos espacios claramente separados. Por un lado, dispone de un área cubierta de teja, llamada “riurau” y otra de patio abierto, denominada “sereno” o “raso”.

El Corral del Bollet (Penyalva)

Los corrales tienen un área de distribución muy amplia en España que se extiende por el Levante Ibérico, el Valle del Ebro y el Valle del Duero. A medida que el clima de este extenso territorio se recrudece empiezan a ser sustituidos por otras tipologías de apriscos más cerradas y calientes, como las “parideras” o los “chozones sabineros”. Son varios los motivos que han llevado a la desaparición de los corrales. Antiguamente eran edificaciones muy eficaces para poner a salvo, por la noche, a las ovejas de los ataques del lobo, pero su progresiva desaparición, a principios del siglo XX, propició que poco a poco los corrales perdiesen su utilidad. La intensificación de la actividad ganadera también ha condenado a los corrales ya que hoy resultan poco útiles, en el contexto actual, en el que el número de cabezas por rebaño supera en la mayoría de los casos las 500 cabezas. Su estructura dificulta que algunas operaciones sean mecanizables: suministro de piensos, extracción de estiércol, suministro de agua, etc.

El Corral de Febrer

“De entre todos los corrales existentes todavía en nuestro término, elegimos como prototipo los conocidos popularmente como “els Corrals de Febrer” debido al aceptable estado de sus estructuras en comparación con lo que de otros queda, lo que nos permite contemplar los interesantes elementos que componen su amplio recinto. De unos 700 metros cuadrados de superficie, todo su perímetro está rodeado por un sólido muro de dos metros de altura construido con la abundante piedra caliza existente en el terreno. Integrado en el corral, se levante un riurau con porche de doble crujía en el que se integra la paridera y se resguardaba el ganado de las inclemencias atmosféricas. El riurau fue una solución estructural frecuente durante los siglos XVIII y XIX, caracterizada básicamente por un porche o cobertizo en arcadas que en los corrales adopta, por lo común, la caída a una sola agua.

El Corral de Garrut (hay dos corrales)

Hoy la techumbre, con caída a una sola agua hacia el interior, ha desaparecido. La ausencia de escombros denuncia el reaprovechamiento de los materiales en alguna otra construcción cercana. Las arcadas de riurrau están formadas por dos muros de tres arcos cada uno, de tipo escarzano, sostenidos por sólidos machones de piedra labrada, y unido todo con argamasa de cal. La existencia de corrales estaba estrechamente vinculada al paso de las vías pecuarias y por ende a la trashumancia. Las partidas de las sierras turolenses con los rebaños, las caballerías, los perros y demás utillajes partían a mediados de septiembre permaneciendo en sus menesteres hasta mediados o finales de abril.

El Corral Nou de Cerverola

Los viajes entre Teruel y Castellón, tanto a la ida como a la vuelta, duraban apenas unos quince días y la velocidad de la marcha dependía de si se cruzaba por una zona de cultivos. Con lo cual el ganado no se paraba, o de si se atravesaba campo abierto, donde el ganado se entretenía durante horas pastando. Rebaños de hasta mil ovejas eran atendidas por cinco pastores, dirigidos por un mayoral que era el responsable del ganado ante su amo. El mayoral se alojaba en alguna posada de la población, mientras que los pastores se acomodaban cerca del ganado en los mismos apriscos.

El Corral de la Punta

En estos casos era frecuente que los corrales incluyeran un habitáculo temporal para el pastor equipado con las más elementales comodidades: un camastro, algún taburete, un farolillo y poco más. En uno de los corrales existentes en La Punta aún podemos apreciar con claridad este modesto aposento, donde se observa la construcción de una chimenea y una pequeña alacena encastrada en la pared. Además de las funciones de guarda y custodia del ganado ya mencionadas, el corral era el lugar donde se llevaban a cabo una serie de actividades ganaderas como el ordeño, el tratamiento de animales enfermos y, sobre todo, constituía el punto donde se concentraba la producción de estiércol, motivo principal de la construcción de muchos corrales aislados por parte de los agricultores necesitados de este preciado bien.

El Corral de Sangres (en la Ereta)

Efectivamente, muchos corrales estaban organizados como una propiedad múltiple de varios agricultores, o a veces lo hacían bajo el dominio de los ayuntamientos, que los arrendaban al ganadero mejor postor, el cual debía ceder también el estiércol producido por su ganado para las necesidades agrícolas. No olvidemos que la basura y el estiércol, no existiendo entonces los abonos químicos, constituían un elemento imprescindible para el campo. La recogida de desechos en calles y viviendas, constituían una importante fuente de ingresos en oficios ya desaparecidos como el de “femater” o el de “merder”.

El Corral de Tur (en Cerverola)

Un elemento complementario de los corrales estaba constituido por las majadas naturales formadas por balmas o cuevas, de las que en nuestro término existe igualmente representación y documentación. Es el caso de la Cova de l’Armela, ubicada en la zona norte próxima a la Cañada Real, o las llamadas Covetes de Perico, hoy desaparecidas y que se ubicaban también junto a dicha vereda en el extremo occidental de la circunscripción. La cueva de Martorell, alfo más hacia el este y asimismo situada junto a la misma cañada, fue también utilizada como aprisco de ganado, mencionándose como tal en los “Señalamientos” del siglo XVIII:
el sitio en donde está la cueva llamada de Martorell…se ha visto, tenido y reputado…por majada publica para los ganados, y que es la mejor que se halla en el término por la conveniencia de poder retirar en la dicha cueva en caso de tempestad o lluvia…

El Corral de Turmó (en la Ereta)

Los corrales solían emplazarse en las faldas de las montañas y en lugares muy visibles que facilitaban su vigilancia. Se encontraban también muy cerca de los azagadores, compruébese la concentración de los mismos a lo largo de la Cañada real de Aragón. De esta función ganadera desaparecida da cuenta la abundante toponimia del término municipal, donde encontramos partidas y subpartidas como las del Corral Blanch o el Corral Nou. Igualmente son numerosas las ruinas de viejos corrales que no han perdido su antigua denominación: el mismo Corral Blanch, Corral de Pata, Corral de Tur, Corral de Turmó, Corral de Portalés, Corral de la Punta, Corrals de Garrut, etc." (Fuertes 2004, pag. 166-169)


BIBLIOGRAFÍA
FONT, Josep (2019), Els camins de l’aigua a la Vall d’Uixó. Centre d’Estudis Vallers.
FUERTES, Juan (2004), El Término Municipal de Vall de Uxó – El patrimonio rural no catalogado, Associació Arqueològica de La Vall d’Uixó.
MARTÍ,Joaquín (2017), Montañas de Vall de Uxó 167 picos con nombre y apellidos, Edición de Autor.
Internet, disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/Corral

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